El CO2 y la Acidificación de
los Océanos.
La acidificación de los océanos.- Buena parte del
dióxido de carbono liberado por la quema de combustibles fósiles acaba en el
océano, con la consiguiente alteración de la acidez del medio. El fenómeno
repercute en la estabilidad de la vida marina.
En 1956, Roger
Revelle y Hans Suess, de la Institución Scripps de Oceanografía, señalaron la
necesidad de medir el dióxido de carbono en la atmósfera y en el océano, para
conocer los efectos ejercidos sobre el clima por la intensa producción
industrial de dióxido de carbono en el transcurso de los próximos 50 años.
En otras palabras, se
proponían hacerse una idea de la gravedad de la situación actual. Hoy nos
sorprende que tuvieran que justificar la importancia de dichas observaciones,
pero en aquella época se desconocía si el dióxido de carbono que arrojaban los
tubos de escape y las chimeneas se acumularía en la atmósfera. Algunos creían
que el mar lo absorbería sin complicaciones o que lo fijarían las plantas sin
problemas.
Revelle y el joven investigador al que contrató para este proyecto, Charles
David Keeling, se percataron de que debían instalar equipos en puntos remotos,
lejos de las fuentes y sumideros de dióxido de carbono, que introducirían una
variación errática en las mediciones. Uno de los enclaves seleccionados se
hallaba en la zona más alejada de cualquier actividad industrial y exenta de
vegetación: el polo sur. Otro, en una estación meteorológica recién instalada
en la cima del volcán Mauna Loa, en Hawai. La acidificación del océano amenaza con causar la extinción de varias especies.
La acidez de las aguas por la acumulación de
dióxido de carbono aumentó un 30% en los últimos 250 años. Acidificación
del océano: los hechos, que sintetiza los datos científicos más
recientes elaborados por 27 grupos de investigación europeos acerca de una de
las amenazas más serias de los ecosistemas: la acidificación de los océanos
causada por la cada vez mayor absorción de dióxido de carbono. El fenómeno, al
igual que el cambio climático, no es nuevo, sino que los científicos ya han
descrito a lo largo de la historia varios episodios de acidez masiva de las
aguas, y siempre con las mismas consecuencias: la extinción masiva de especies
marinas, lo mismo que se espera que suceda en el futuro de no mediar un cambio.
Solo
que en esta ocasión el ritmo de acidificación de los océanos no tiene
precedentes. Es el más rápido que se ha producido en cualquier época de los
últimos 55 millones de años. El océano absorbe actualmente el 25% del CO2
generado por el hombre, lo que ha llevado a que su acidez se haya elevado en un
30% desde el inicio de la industrialización, hace 250 años. Y es solo el
principio, porque si el nivel de emisiones sigue con la misma generación que en
la actualidad la acidez de agua del mar puede aumentar en un 120% de aquí al
2060. «Es decir, un incremento mayor que el experimentado en los últimos 21
millones de años», subraya el informe, que fue presentado ayer por la Unión
Mundial de Conservación de la Naturaleza (IUCN) en la cumbre del clima de
Copenhague.
¿Las
consecuencias? La degradación de la concha de los organismos marinos calcáreos,
que van desde los arrecifes de coral, a los crustáceos y moluscos pasando por
pequeñas algas como la Calcidiscus
leptorus, que forman parte de la base de la cadena alimentaria para
varias especies de peces. El aumento de emisiones de CO2 a la
atmósfera no solo menoscaba la capacidad del océano de absorber este gas, lo
que contribuye a regular el clima, sino que también, según indica el informe,
«amenaza a especies y ecosistemas muy valiosos para nuestra alimentación y
nuestra economía».
Las
emisiones de dióxido de carbono (CO2) a través de las actividades
humanas tienen un impacto muy conocido en el clima de la Tierra.
Otro, menos conocido, es el impacto de "la acidificación del océano", con consecuencias inciertas en los organismos marinos y ecosistemas.
Otro, menos conocido, es el impacto de "la acidificación del océano", con consecuencias inciertas en los organismos marinos y ecosistemas.
El Proyecto Europeo sobre la acidificación del Océano (EPOCA - European
Project on Ocean Acidification) se puso en marcha el 10 de junio de 2008
durante la conferencia Kickoff en Niza (Francia) del 10-13 de junio.
Su objetivo es documentar la acidificación del océano, investigar su impacto en
los procesos biológicos, predecir sus consecuencias en los próximos 100 años, y
asesorar a los políticos sobre los posibles umbrales que no deben superarse.
Los océanos del mundo cubren más del 70% de la superficie del planeta,
contribuyendo a la mitad de su producción primaria y contienen una enorme
bio-diversidad. No es de extrañar entonces, que proporcionan inestimables
recursos a la sociedad humana.
También desempeñan un papel vital en el sistema de apoyo de la vida en la
Tierra, debido a su impacto sobre el clima y los ciclos biogeoquímicos globales
y a su capacidad para absorber dióxido de carbono atmosférico (CO2).
Los océanos absorben en la actualidad la mitad de las emisiones de CO2
producidas por la quema de combustibles fósiles.
Sencillamente, el cambio climático sería mucho peor si no fuera por los
océanos...
Sin embargo, hay un costo para los océanos: Cuando el dióxido de carbono se
disuelve en agua de mar, forma ácido carbónico.
A medida que más CO2 es absorbido por la superficie de los océanos,
el pH (medida de acidez, menor es el pH mayor es la acidez) disminuye, y
avanzan hacia un estado más ácido.
Este cambio se denomina "la acidificación del océano" y está
ocurriendo a un ritmo que no se ha experimentado por lo menos en 400.000 años y
probablemente durante los últimos 20 millones de años.
El objetivo general del Proyecto Europeo sobre la acidificación del Océano
(EPOCA) es rellenar numerosas lagunas en nuestra comprensión de los efectos y
las consecuencias de la acidificación del océano:
• El proyecto EPOCA tiene como objetivo los cambios en la química oceánica y
biogeografía a través del espacio y el tiempo.
• Se utilizarán métodos de Paleo-reconstrucción en varios archivos biológicos,
entre ellos los foraminíferos y los corales de aguas profundas, para determinar
la variabilidad del pasado en la química oceánica, compararando estos con las
observaciones químicas y biológicas en el día de hoy.
• EPOCA determinará la sensibilidad de los organismos marinos, las comunidades
y los ecosistemas con la acidificación del océano.
• Criterios Molecular-bioquímicos, fisiológicos y ecológicos se combinarán con
los experimentos de laboratorio y de campo para cuantificar las respuestas
biológicas a la acidificación del océano, evaluar el potencial de adaptación, y
determinar las consecuencias para los ciclos bio-geo-químicos.
• Los experimentos de laboratorio se centrarán en los principales organismos
seleccionados en base a su ecológica, biogeoquímica o importancia
socioeconómica.
• Se llevarán a cabo estudios de campo en las regiones del océano que se consideren
más sensibles a la acidificación del océano.
• Los resultados en los efectos de la acidificación del océano se integrarán en
la bio-geo-química, sedimentados y acoplados a modelos océano-climáticos para
comprender mejor y predecir las respuestas del sistema terrestre en la
acidificación del océano.
• Se prestará especial atención a las posibles reacciones de los cambios
fisiológicos en los ciclos del carbono, nitrógeno, hierro y azufre.
• EPOCA evaluará las incertidumbres, riesgos y umbrales (“puntos de
depósito") en relación con la acidificación del océano a escalas que van
desde la sub-celular hasta el ecosistema local y lo global.
• Asimismo, evaluará las vías de emisiones de CO2 necesarias
para evitar estos umbrales y describir el cambio y el consiguiente riesgo para
el medio ambiente marino y el sistema terrestre, en caso de que estas emisiones
se superen.
Liderado por el "Centre National de la Recherche Scientifique (CNRS)"
y el Proyecto Marco de Colaboración 7 de la UE, EPOCA está dirigido por un
consorcio de 27 socios de 9 países a través de la participación de muchas de las principales instituciones
oceanográficas de toda Europa y más de 100 científicos permanentes (por cierto
entre esos nueve países no he localizado a España).
Un importante estudio
muestra los índices de acidificación del océano como un desastre para la vida
marina.- Delegados
en la conferencia en Copenhague sobre el clima han advertido que los océanos
del mundo se hacen ácidos a un ritmo más rápido que en cualquier momento
durante los últimos 55 millones de años, amenazando un desastre para la vida
marina y para el abastecimiento de alimento en todo el planeta.
Un informe de la mano de más de 100 destacados científicos marinos de Europa y que ha sido publicado esta mañana en el transcurso de las negociaciones climáticas, afirma que los mares están absorbiendo niveles peligrosos de dióxido de carbono como resultado directo de la actividad humana. Esto ya está afectando a especies marinas, por ejemplo, interfiriendo en la navegación de las ballenas y mermando las especies de fitoplancton en la base de la cadena alimenticia.
Acidificación de los océanos. Los hechos señalan que la
acidez en los mares ha incrementado un 30% desde el comienzo de la revolución
industrial. Según los científicos, muchos de los efectos de esta
acidificación son actualmente irreversibles y se espera que aceleren.
El estudio, resultado de una revisión exhaustiva de estudios científicos ya existentes, advierte que de seguir con el desenfreno de las emisiones de CO2, muchas partes clave del ecosistema marino, particularmente arrecifes de coral, algas y plancton, esenciales para peces tales como el arenque y el salmón, se verán gravemente afectadas en 2050, llevando a la extinción a muchas especies. La Dra. Helen Phillips, jefa ejecutiva de la Natural England y que copatrocina el informe señalaba: ‘Es un desafío de conservación de una magnitud sin precedentes y destaca la necesidad urgente de una gestión y protección marina efectiva.’
Aunque durante el pasado los océanos se han acidificado
de forma natural, el ritmo actual de acidificación es demasiado acelerado de
manera que el proceso de adaptación para las especies y hábitats se hace
extremadamente difícil.
‘Estamos contando en décadas y ese el puro mensaje,’ decía el Dr. John Baxter, científico de la Scottish Natural Heritage y coautor del estudio. ‘Esto está sucediendo demasiado rápido.’
El informe, publicado por la European Project on Ocean
Acidification con fondos europeos y formado por un consorcio de 27 institutos
de investigación y agencias por el medioambiente, afirma que la supervivencia
de varias especies marinas se ve afectada o amenazada de una forma no
reconocida o comprendida hasta la fecha. Entre estas especies se incluyen a:
Ballenas y delfines,
a quienes les será más difícil navegar y comunicarse a medida que los mares
sean más ruidosos. El sonido viaja más rápido cuando la acidez aumenta. El
ruido provocado por las prospecciones, el sonar naval y los motores de
embarcaciones ya están viajando bajo el agua a un 10% más rápido y podrían
alcanzar un 70% en el 2050.
El informe pronostica que los mares Atlántico norte,
Pacífico norte y Ártico, una zona de alimento crucial para las ballenas en
verano, será testigo del aumento más significante de la acidez. Señala que
los niveles de aragonita, una de las formas cristalinas del carbonato de
calcio y esencial para que los organismos marinos puedan construir sus
esqueletos y caparazones, se colapsará en todo el mundo. Sin embargo, el
estudio pronostica que debido a que el agua fría absorbe CO2 más
rápidamente, los niveles de aragonita descenderán en un 60% a un 80% en 2095
a lo largo del hemisferio norte.
CONCLUSIONES:
La acidificación del océano recibe este nombre por el descenso del pH
de los océanos de la Tierra, causado por la toma de dióxido de carbono
desde la atmósfera.
Se estima que entre los años de 1751 y
1994 el pH de la superficie del océano ha disminuido desde aproximadamente
8.179 hasta 8.104 lo cual nos indica que existe un cambio de -075.
El CO2 disuelto en agua del océano incrementa también de concentración del ión hidrógeno en el océano, descendiendo así en pH oceánico.
El uso del término "acidificación del océano" .Desde el
comienzo de la revolución industrial, se ha
determinado que el pH de la superficie del océano ha descendido desde poco
menos de 0.1 unidades, y se ha estimado que descenderá todavía más allá de
las 0.3 - 0.5 unidades para el año 2100 a medida que el océano absorba más CO2
de la atmósfera .
Notemos que, aunque el océano se acidifique, su pH es aún es superior a 7 que
el del agua neutra, de manera que podemos decir que el océano se está volviendo cada
vez menos alcalino.
Cuando el
CO2 se disuelve, reacciona con el agua para formar un equilibrio
entre las especies químicas iónicas y no iónicas: el dióxido de carbono libre en
disolución o CO2, el ácido carbónico o H2CO3,
el bicarbonato o HCO3 y el carbonato o CO32.
La relación entre estas especies depende fundamentalmente de factores tales como son la temperatura del agua del mar y su alcalinidad.
El océano
absorbe aproximadamente el 25% de todo el CO2 liberado a la atmósfera por las actividades que
realiza el hombre cada año, que es lo que se conoce como liberación de gases de efecto invernadero. El ácido carbónico se forma cuando el CO2 se disuelve en el
agua del océano, lo que disminuye el pH y por lo tanto aumenta la acidez. Un
océano ácido reduce la velocidad a la que los corales pueden producir sus
esqueletos y en la que otros organismos marinos pueden construir sus conchas.
Y tantos otros organismos marinos se ven afectados por algo que tiene un
efecto directo en los corales. Se estima que la economía mundial basada en los
corales y algunos otros relacionados con la vida marina representan
aproximadamente unos US $16 trillones por año.
Para
evitar la acidificación del océano y a la vez el calentamiento global no hay
otra solución que reducir al máximo las emisiones de CO2. Aunque
se empiezan a ver ciertos esfuerzos de la comunidad internacional por
disminuir los aportes de esta y otras
sustancias a la atmósfera.
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